domingo, 26 de junio de 2011

Cultura digital, la realidad de su aplicación.

Cultura digital, podría empezar llenando estas líneas con cualquier cosa, pero al final si queremos hacerlo bien, debemos empezarlo bien.  Para hablar de cultura digital y su aplicación en el ámbito educativo, debemos hablar primero de qué es la cultura digital en sí misma. Entonces, ¿qué es la cultura digital? No debemos dejarnos llevar por conceptos vagos que son más bien una estafa, debemos intentar aclarar que es en su totalidad. La cultura, no es algo ajeno al hombre y que este a lo largo de su evolución termina por descubrir. La cultura es creada por el hombre a lo largo de su historia y es la manifestación de sus deseos y necesidades de acuerdo al entorno donde se desenvuelve.

La cultura digital, no es otra cosa, que el resultado de la evolución humana que ha desembocado en un nuevo patrón cultural que se adapta a los requerimientos de una nueva sociedad, una sociedad rápida que tiene al tiempo como uno de las mayores valores con los que cuenta el individuo.

La cultura digital, trae tras de sí, una gran de cantidad de aplicaciones y consideraciones en las cuales se ven envueltas cada una de las etapas de la vida de cada ser humano, que aunque no sea en la misma medida para todos, eventualmente se generalizara a lo largo del tiempo. Por mencionar algunas de estas aplicaciones, y dar sus respectivos ejemplos, podemos ver en el campo de la creación artística, como los medios digitales tanto de producción como de difusión ha contribuido a una gran masificación de diversas manifestaciones artísticas. Y he allí un punto importante, la capacidad de masificación a gran velocidad con la que cuenta la cultura digital, pues es capaz de llevar gran cantidad de información de cualquier tipo a muchas partes del mundo en cuestión de un clic.  Pero ¿es buena tanta información a tanta velocidad? Para responder está interrogante, debemos ver cuando profundo penetra la información si sólo se le presta el mínimo de tiempo para ser adquirida, el tiempo será quien nos muestre el verdadero valor del aprendizaje acelerado.
Entre todas las aplicaciones de la cultura digital, haremos aquí especial hincapié en la influencia y el uso de dicha cultura en todos los aspectos que incumben al medio educativo; pues es en el campo educativo donde se forma la cultura del futuro, y no se puede formar un futuro, si  se deja de lado el presente, empleando para la formación solamente herramientas del pasado, citando al Profesor Cesar Coll de la Universidad de Barcelona:

“…En efecto, cada vez es más evidente que el hecho de haber alcanzado un buen nivel de alfabetización digital es un elemento de suma importancia para que el aprendizaje en otros ámbitos pueda seguir progresando con facilidad. Sin duda, estamos aún lejos de que la alfabetización digital desempeñe en el currículo y en la educación escolar un papel semejante al de la alfabetización letrada, pero no es en absoluto arriesgado pensar que ello pueda suceder en un futuro próximo…”

El futuro es ahora, y debemos aprovechar las herramientas que nos brinda la tecnología haciendo u buen uso de ellas. Entonces, ¿Qué hacer para educar en el marco de la cultura digital? Ante todo, empezar a hacer uso de un concepto empleado por el Profesor Coll, la Alfabetización digital:

“…Educar en el marco de una cultura digital incluye la alfabetización digital, pero va más allá: supone enseñar y aprender a participar eficazmente en las prácticas sociales y culturales mediadas de una u otra manera por las tecnologías digitales. Desde el punto del currículo escolar, esto significa aceptar con todas sus consecuencias que, con ser importante, no basta con introducir las competencias contenidos y capacidades relacionadas con la alfabetización digital para hacer frente al desafío; es el conjunto del currículo el que debe ser revisado a partir del referente que proporcionan las prácticas sociales y culturales propias de la Sociedad de la Información, la lectura ética e ideológica que se haga de ellas y las necesidades formativas de las personas en este nuevo escenario.”

La cultura digital, también trae consigo nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las TIC en el campo educativo permiten tanto al docente como al estudiante, acceder a infinitas bases de datos con nuevas y mejores informaciones a las cuales dándoles un buen uso, ayudan a ampliar el campo de búsqueda y referencia a la hora de buscar herramientas de aprendizaje. Es imposible negar que estamos en presencia de una nueva realidad educativa que como dice Meneses (2007):

“Existen diferentes elementos implicados como son la concepción educativa, el modelo metodológico, el rol de profesor y el estudiante y las estrategias de trabajo. Estos ámbitos forman una realidad sistémica y que se desarrollan en un contexto social, en una situación tecnológica determinada, con una dinámica y nivel de participaciones concreto, desarrollando patrones de interacción determinados. De todos estos elementos el referido a los estudiantes es evidente puesto que ellos ya tienen un manejo de las nuevas TIC, lo que configura una nueva forma de aprender en la escuela.”

Si bien la cultura digital, en el campo educativo brinda notables ventajas, traídas por la aplicación de las TIC y todos sus demás elementos, no se puede negar la realidad que tiene la cultura digital en nuestra sociedad y en los ambientes académicos en los que nos vemos desenvueltos. Dado su carácter relativamente nuevo, y la resistencia que presentan los cánones y paradigmas vigentes en el sistema educativo desde hace tanto para aceptar estos cambios y estas nuevas tecnologías, no se le brinda el respeto y la importancia que la cultura digital tiene, y no se explota de forma correcta para mejorar en proceso de enseñanza y aprendizaje del hombre, si no que se utiliza como una herramienta meramente interactiva en lugar de darle papel protagónico, quizá por miedo al cambio. Si bien esta es una realidad, la realidad cambia, corresponde a nuevas generaciones modificar los patrones conservadores y clasicistas de educación en busca de orientar el aprendizaje a horizontes nuevos que permitan al individuo crecer en conocimiento de todos los espacio digitales que están a su entera disposición y con los cuales, puede llegar a la excelencia del ser, el conocimiento y la mente. 

Fernando Vanegas.

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