martes, 19 de julio de 2011

El internet y la sociedad red en nuestra realidad

“Internet es el corazón de un nuevo  paradigma socio técnico que constituye en realidad la base material de nuestras vidas y de nuestras  formas de relación, de trabajo y de comunicación. “Esto afirma Manuel Castells en su ensayo Internet y la sociedad red. Dejar esta afirmación en el aire, sin entenderla, sin conocer su entorno y su razón sería optar por una posición tremendamente conservadora. En esas tres líneas, Castells planta al internet en nuestra vida, otorgándole una importancia muy grande. ¿Es en verdad el internet una nueva y mejor forma que tiene el hombre para construir su vida? ¿Resulta imposible concebir la evolución de una sociedad que deje de lado el internet como herramienta primordial? A la hora de responder estas y otras interrogantes debemos entender, que si nos adentramos en el mundo las posibilidades, se hace imposible terminar pues es en base a incertidumbres y suposiciones a partir de donde se levantan las posibilidades. Podemos en cambio, entender la influencia, importancia y verdadero alcance que tiene el internet en la sociedad actual, para hacernos una idea de cuan beneficioso es en el camino de construcción de una sociedad buena, por no hablar de un futuro utópico.
La palabra internet, solía ser asociada con grandes maquinarias fuera del alcance de nuestra realidad, entendiendo que esta está asentada en un país que tiende a ser llamado del Tercer mundo. Ahora, internet es una verdad tangible en la vida de todo ciudadano, aun en los casos de aquellos que creen estar exentos de su uso, pues el internet ha logrado filtrarse en la sociedad hasta el punto de regir el funcionamiento político, social, administrativo de un país, no importa a qué nivel hagamos referencia, lo encontraremos haciendo parte cuando menos en forma opcional. Este es un claro ejemplo, de cómo la difusión del internet supero las expectativas de los estudiosos de la materia, incluyendo al ya mencionado Castells que en su ensayo preveía una evolución mucho más lenta. Ahora que nos damos cuenta del rápido avance que ha tenido en países como el nuestro, podemos hacernos una idea de cuan involucrado está el internet en la vida de personas habitantes de países del primer mundo. Incluso, cuando hoy en día existen países que no cuentan con un acceso a internet en nuestra misma medida, no es fantasioso augurar un asentamiento del internet en dichos países en tiempos no muy lejanos.
Plantea Castells, una división social ocasionada por el internet entre las personas que tienen accesos a él y aquellas que no, pero, en este mismo instante, el alcance del internet se hace cada vez mayor por lo cual dicha brecha social pierde vigencia, podemos hablar quizá de otras divisiones que surgirán a partir del uso generalizado del internet, pues a este ritmo de crecimiento es muy pasivo afirmar que en un futuro cercano seguirá existiendo una población numerosa ajena al uso del internet.
Imaginemos pues, un día cualquiera en el que empiezan su jornada diaria sin ninguna novedad, excepto claro, que en la realidad de esa mañana el internet no existe. La idea que tienen del inicio de ese día, debe cambiar, pues en la que en verdad sería, muchos de los procederes que acostumbran, se verán limitados, empezando por el efecto que tendría la ausencia del internet en las comunicaciones, tanto regionales y nacionales como globales. Pareciera ser una posición extremista por no llamarla fatalista, pero en una población urbana como la nuestra él internet se encuentra presente a tal punto que su ausencia iniciaría un colapso del sistema, que podría sin duda ser subsanado, pero seguiría presente. Me refiero nuevamente a sociedades mucho mas desarrollas que han puesto sobre los hombros del internet el funcionamiento de su vida, imaginemos entonces si en dichas sociedades se ausentara el internet, el único resultado posible seria el desastre.
Teniendo ya esta idea, se hace evidente ante los ojos de cualquiera que desee ver la verdad, que una dependencia tan grande al internet como la que nos espera en un futuro si no frenamos y ponemos conciencia a nuestro uso que le damos y a las funciones que debemos otorgarle, conllevara a la sociedad, a un estado de fragilidad que cualquier evento imprevisto que afecte el funcionamiento del internet ocasionará un derrumbe catastrófico. 
Estamos aun a tiempo de prevenir estos problemas, agregándole un poco de equilibrio a la balanza social, y creando salidas y otras herramientas a través de las cuales la sociedad puede continuar su evolución teniendo al internet como una herramienta más y no como la base de su estructura.

En el presente, la vida de un individuo — más aun de aquellos pertenecientes a nuevas generaciones—, se halla interconectada con millones de otras vidas utilizando la red. La relaciones sociales que brinda la red, son la puesta en escena de la gigantesca capacidad de expansión de la realidad que ofrece el internet, pues es cada día más evidente que el mundo se está haciendo chico para el individuo en esta desenfrenada carrera por globalizar que tiene al internet como arma principal. Si bien, se podría creer que las relaciones sociales establecidas en el marco de la sociedad red, son irreales, en mi experiencia personal, afirmo que la sociedad red más que ser una realidad en la cual se desarrolla interacción social entre individuos, es un nexo que brinda la posibilidad de establecer puntos de interés en espacios geográficos a los cuales no se tenía alcance y permitiendo orientar el crecimiento del individuo a dichos espacios con la posibilidad de saber hacia dónde apuntar quitando en gran medida el factor desconocido lo cual aumenta las probabilidades de éxito.
El internet, la sociedad red, y todas aquellas herramientas y medios que surgen a partir de la gran explosión tecnológica y científica propiciada por el hombre, son ante todo, creaciones del mismo hombre, por si solas funcionan simplemente de la forma en que deben funcionar, cumplen a cabalidad los propósitos para los que fueron creadas. Es —como siempre ha sido— deber del hombre entender su creación y aplicarle el mayor sentido de responsabilidad, para poder sacar provecho a todas estas creaciones, si hacen mal a la sociedad, si hacen bien, si no hacen nada, es ante todo culpa de los seres humanos. Está en nuestra manos, construir, —y ahora lo digo con toda libertad— un futuro utópico, llevando de la mano al internet como un aliado. 

Fernando Vanegas.

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